Adoptamos un enfoque sistemático para personalizar programas que permitan a los productores de fibra alcanzar sus objetivos.
Los productores de algodón se enfrentan a numerosos problemas, como la retención de las cápsulas, la podredumbre de las raíces y la presión de las plagas. El uso excesivo de nitrógeno sintético y la dependencia de fungicidas e insecticidas no resuelven estos problemas e incluso pueden agravarlos, especialmente durante los periodos de mucho calor y poca humedad. Los protocolos de cultivo de la AEA ofrecen oportunidades para:
- mitigar los efectos de las temperaturas extremas y la sequía
- equilibrar el crecimiento vegetativo y reproductivo sin RFG
- reducir preventivamente la pérdida de rendimiento con nutrición mineral y tratamientos biológicos
- reducir lentamente los aportes de nitrógeno y otros
- aumentar la calidad de la fibra
Centrando nuestros esfuerzos durante los Puntos Críticos de Influencia (CPI) -esos momentos del ciclo de vida de los cultivos en los que las aplicaciones nutricionales tienen mayor influencia en el desarrollo satisfactorio de los cultivos- gestionamos los macro y micronutrientes utilizando los datos agronómicos y de análisis de savia existentes para suministrar los nutrientes esenciales a las plantas.
Este enfoque de la nutrición equilibrada se construye sobre una base de aplicaciones biológicas que promueven la salud de las plantas para un enfoque completo y eficaz de la producción de cáñamo y algodón y la salud de los cultivos, adaptado para lograr resultados que apoyen la consecución de los marcadores de calidad de los cultivos, la rentabilidad y los objetivos finales.
El equilibrio entre las energías vegetativa y reproductiva es de suma importancia para un cultivo de algodón.
Los reguladores del crecimiento vegetal (PGR) someten a la planta a un estrés considerable, la ponen en proteólisis y la hacen más susceptible a insectos y enfermedades. Unos niveles excesivos de nitrógeno aumentarán la probabilidad de una síntesis proteica incompleta en la planta, lo que la hará más vulnerable. La AEA ha demostrado su capacidad para ayudar a los productores de algodón a reducir los insumos de RFG y nitrógeno al tiempo que aumentan los rendimientos. A medida que mejora la salud de las plantas, aumenta la resistencia a la presión de los insectos y las enfermedades, lo que lleva a eliminar o reducir las aplicaciones de insecticidas y fungicidas.